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El Helicóptero Al Alcance De Todos - Por Thomas E. Stimson, Jr. -  Stanley Hiller se dispone a montar en el helicóptero ideado por él mismo. Este nuevo aparato puede llevar dos personas y es impulsado por medio de arietes de reacción
Stanley Hiller se dispone a montar en el helicóptero ideado por él mismo. Este nuevo aparato puede llevar dos personas y es impulsado por medio de arietes de reacción
¿DESEARIA usted tener un helicóptero lo bastante pequeño para aterrizar en su patio y lo suficientemente grande para transportar dos personas?
¿Sí? Pues ya se está fabricando.
Hace muy pocos días que Stanley Hiller me llevo a pasear en un aparato así. Hiller, a pesar de que sólo tiene 26 años de edad.. es el presidente de la compañía Hiller Helicopters, de Palo Alto, California, la empresa que durante el año pasado vendió más Helicópteros que todas las otras fábricas juntas. Su aparato mayor, el "Hiller 360" sirve para transportar carga, regar insecticidas, ayudar a extinguir incendios en los bosques y otras labores similares.
El piloto y el pasajero van sentados en el tanque (1) Bastón de dirección. (2) Indicador de velocidad del rotor. (3) Velocidad del aire. (4) Altímetro. (5) Botón de arranque. (6) Medidor del flujo de combustible. (7) Acelerador y control para subir o bajar
El piloto y el pasajero van sentados en el tanque (1) Bastón de dirección. (2) Indicador de velocidad del rotor. (3) Velocidad del aire. (4) Altímetro. (5) Botón de arranque. (6) Medidor del flujo de combustible. (7) Acelerador y control para subir o bajar
El nuevo "Hiller Hornet" es un vehículo pequeño, personal; su precio es menos de 5000 dólares, o sea la quinta parte de lo que cuesta un helicóptero ordinario. Más tarde ese precio podrá ser reducido posiblemente a menos de la mitad. Si no hubiera sido por el problema de Corea, el Hiller Homet estaría ya a la venta para el público en general; por el momento se está fabricando únicamente para las fuerzas armadas.
Hiller me llevó en auto desde su moderna fábrica hasta una destartalada casa situada en una granja, para mostrarme el nuevo aparato. La granja parece haber estado abandonada por muchos años y aquí, protegido de las miradas indiscretas, Hiller hace ensayos secretos para mejorar en todo aspecto sus máquinas de vuelo.

El "Hornet" es tan estable que se pueden soltar los controles en pleno vuelo
El "Hornet" es tan estable que se pueden soltar los controles en pleno vuelo
"Aparte del personal técnico de la fábrica, usted es la primera persona que ve el nuevo helicóptero," me dijo mientras abría la puerta de un garaje y penetrábamos en él. "Ahora la sacaré y "Volaremos." Tranquilamente con una sola mano, arrastró hacia afuera el pequeño aparato, que mide 3.86 metros de largo y lleva encima un rotor con dos delgadas aspas.
Me llamaron la atención los tubos cortos y gruesos que lleva este helicóptero en los extremos de sus aspas. "Son los arietes reactores -me explica Hiller- No tienen partes móviles; nada que se pueda descomponer. Cada ariete pesa algo menos de 5 kilos y entre los dos desarrollan 70 HP."
Nos sentamos una junto al otro sobre el tanque de combustible, que está acojinado para servir de asiento, y Hiller empezó a explicarme los controles de mando: "Esta barra o bastón horizontal entre usted y yo es el control colectivo del ángulo de ataque; cuando usted la levanta, el aparato se eleva; cuando la baja, el aparato desciende. La empuja hacia un lado y el fuselaje gira con objeto de alinearlo con la dirección del vuelo. Cómo usted verá, no hay pedales.
El control cíclico del rotor es esa barra curvada que viene de arriba, y su función es gobernar la dirección del vuelo; si se empuja hacia adelante, el helicóptero avanza; si se echa hacia atrás, retrocede. Si se desea virar, simplemente se empuja la barra en la dirección deseada. Eso es todo."
El pequeño y nuevo helicóptero propulsado por reactores se ve aquí junto a un modelo grande movido por motor de gasolina
El pequeño y nuevo helicóptero propulsado por reactores se ve aquí junto a un modelo grande movido por motor de gasolina

Cuando los arietes reactores del helicóptero funcionan en la obscuridad producen esta especie de halo
Cuando los arietes reactores del helicóptero funcionan en la obscuridad producen esta especie de halo
Fotografía del halo que producen los reactores del helicóptero cuando éste va ascendiendo lentamente Entre los pies de Hiller y los míos había un pequeño pedestal de instrumentos con un tacómetro de la velocidad del rotor, un indicador de la velocidad en el aire, un altímetro, un indicador del flujo de combustible, un botón para el encendido y un mango que mueve una bomba cuya finalidad es iniciar la corriente de combustible que va a los motores. Hiller bombeó primero el combustible y luego se volvió hacia un lado para darle vueltas a una manivela que está acoplada al rotor.
Cuando el aparato sea lanzado al mercado, dice Hiller, se ofrecerán tres clases diferentes de dispositivos de arranque; la manivela, un motor eléctrico conectado aun acumulador o un pequeño motor de gasolina enfriado por aire, que se arranca tirando de una cuerda.
Fotografía del halo que producen los reactores del helicóptero cuando éste va ascendiendo lentamente
La función de éstos es hacer girar el rotor hasta que alcance 50 revoluciones por minuto, momento en que pueden prenderse los arietes y el rotor comienza a funcionar normalmente.
Hiller oprimió el botón del encendido e inmediatamente brotó una llama de los reactores, la cual desapareció al consumirse el exceso de combustible. A la luz del día, los reactores funcionaban sin que se notara fuego ni humo alguno en ellos. Fotografías tomadas en la obscuridad revelan, sin embargo, que el escape de los arietes produce un halo azulado cuando funcionan a su máxima eficiencia. Lo que me sorprendió fué que el ruido de estos motores no es tan alto como yo esperaba. Podíamos conversar sin gran trabajo.
La cola del helicóptero puede quitarse en sólo tres minutos
La cola del helicóptero puede quitarse en sólo tres minutos

Este modelo del helicóptero impulsado por arietes reactores puede llevar a un herido en una camilla
Este modelo del helicóptero impulsado por arietes reactores puede llevar a un herido en una camilla
No fué necesario esperar a que se calentaran los motores. Hiller simplemente levantó el bastón de control colectivo y ascendimos verticalmente. No sentí vibración alguna ni siquiera la sensación de qué nos encontrábamos en el aire. Nos quedamos suspendidos a menos de dos metros del suelo; un mecánico se acercó por debajo y agarrando una rueda, trató de tirar del vehículo. Tuvo que hacer grandes esfuerzos para mover el helicóptero de un lado para otro; lo cual demuestra la gran estabilidad del aparato.
Hiller empujó hacia adelante la barra de control cíclico y empezamos a movernos, elevándonos lentamente hasta pasar sobre una cerca próxima. Volamos hacia la fábrica a poca altura y luego descendimos en la rampa de la misma, donde unos mecánicos estaban haciendo ajustes a varios helicópteros "360."
Cuando volábamos de regreso a la zona experimental, tomé yo los controles y pude observar que un ligero toque era todo lo que se necesitaba para hacer cambiar la dirección de la máquina o para hacerla subir y bajar. La subida o bajada no se produce de manera brusca, pues el helicóptero reacciona a los controles en forma suave y lenta. "Suelte los controles y usted verá," me dijo Hiller. Hice como se me indicaba y la máquina siguió su curso exactamente como si yo hubiera estado empuñando las palancas de mando.
Hiller había estado tratando de construir un helicóptero simple y barato desde que se relacionó con este tipo de naves aéreas . . . cuando sólo tenía 15 años de edad. El mayor obstáculo con que había tropezado hasta hace poco era la fuente de energía que tenía que utilizar. No le quedaba más remedio que usar costosos motores de combustión interna, lo cual hacía necesario el empleo, de engranajes, sistemas de enfriamiento, etc., costosos también.
El timon tiene una forma especial para que actúe sobre él la corriente del rotor El combustible sube por el mástil y llega a los arietes por tubos interiores
El timon tiene una forma especial para que actúe sobre él la corriente del rotor El combustible sube por el mástil y llega a los arietes por tubos interiores

Durante la pasada guerra se perfeccionaron notablemente las turbinas de gas, los arietes reactores y otros aparátos por el estilo. Hiller vio en ellos la posibilidad de rebajar el costo de sus helicópteros e hizo infinidad de experimentos con diversas clases de reactores, llegando a decidirse por el tipo de ariete, que fué el que le pareció más conveniente para sus fines. Después se demoró año y medio en perfeccionar el modelo de ariete reactor que necesitaba para sus helicópteros.
Este tipo de reactor es ineficiente y consume enormes cantidades de combustible; pero, por otra parte, es ligero, barato ya prueba de descomposturas. No tiene carburador que; se congele ni sistema de encendido que se descomponga o falle. Trabaja admirablemente bajo una lluvia fuerte, que haría descender a cualquier helicóptero movido por motor de explosión. El reactor que utiliza Hiller es del tamaño de una sandía pequeña y puede ser montado en el extremo del rotor en unos cuantos minutos. Funciona con cualquier clase de combustible, desde kerosene hasta gasolina de aviación. Cada uno de esos motores cuesta menos de 200 dólares y puede descartarse a las 500 horas de servicio.
Hiller gastó un cuarto de millón de dólares en perfeccionar el ariete reactor y logró producir un tipo que es menos ruidoso y más eficiente que los primeros modelos. Actualmente está proyectando perfeccionarlo aún más. Si logra producir un motor mejor, todo lo que habrá que hacer es desmontar el ariete viejo y entonces poner el nuevo en su lugar.
El "Hornet" fué proyectado tomando como base este tipo de motor. La primera máquina realizó su vuelo inicial en la primavera pasada y desde entonces ha volado centenares de horas. La empresa de Hiller se preparó para producirla en gran escala, dió los pasos necesarios para obtener el permiso de la Comisión de Aeronáutica Civil y estaba ya lista para lanzar sus máquinas al mercado, cuando sobrevino la guerra. Ahora se ha dedicado enteramente a fabricar aparatos para las fuerzas armadas estadounidenses.
He aquí las especificaciones del "Hornet:" Largo del fuselaje, 3.86 metros; ancho del tren de aterrizaje, 1.52 metros; alto de la máquin, 2.03 metros; diámetro del rotor 7 metros. La máquina vacía pesa 154 kilos; puede llevar dos personas y 11 kilos de equipaje; su alcance de vuelo es de 80 kilómetros a 112 kilómetros por hora; puede subir hasta más de 3600 metros de altura, a razón de 365 metros por minuto. A velocidades normales de viaje, el rotor da unas 520 revoluciones por minuto. No lleva abanico de cola ni ningún otro mecanismo compensador. El timón trasero se usa para la dirección y está inclinado de manera que reaccione con la corriente descendente del motor.
El borde de ataque del rotor es de aluminio sólido y el borde de salida está hecho de piezas de magnesio superpuestas. Las paredes de la cabina son de Plexiglas transparente y el fuselaje es de Fiberglas y láminas de plástico.
Le pregunté a Stanley cuánto tiempo creía él que me tomaría aprender a pilotear el "Homet" y cuáles eran los riesgos que corre uno al volar en esa máquina.
"Cualquier persona -me contestó- puede aprender los rudimentos de vuelo de este aparato con sólo unas dos horas de instrucción. Sin embargo, no creo que la Comisión de Aeronáutica Civil aplicará a los pilotos de estos helicópteros condiciones menos estrictas que las, que aplica cuando se trata de otro tipo de nave aérea. Volar no es solamente saber manejar los controles. Hay que aprender algo sobre navegación, sobre el estado del tiempo, sobre las responsabilidades del piloto, etc."
"Con respecto a la seguridad de la máquina sólo puedo decirle que no sé cómo podría usted lastimarse en ella amenos que choque con un edificio o contra otro obstáculo cualquiera. Usted puede siempre detenerse en el aire y pensar detenidamente lo que va a hacer; puede viajar a una velocidad igual al paso de una persona y puede aterrizar en cualquier pequeño espacio de terreno despejado. No se necesitan aeropuertos para este tipo de máquina."

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 8 - Abril 1951 - Número 4


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus