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Vigía Espacial Por el Dr. Dan Q. Posin - Catedrático de física de la Universidad de Depaul, y consultor y asesor científico de la Columbia Broadcasting System
AHORA QUE YA ESTAMOS alistándonos para tripular las naves espaciales, sería sumamente conveniente que nos preparásemos mentalmente para lo que nos espera. No es demasiado pronto para pensar seriamente acerca de los otros "mundos" que existen en el espacio, ya que los habitantes de la Tierra con toda probabilidad aterrizaremos en la Luna dentro de unos cinco años, o pudiera ser que antes; y en Marte y en Venus dentro de 10 años.

       Debido a su relativa proximidad a nuestro planeta, la Luna será el primer sitio que exploremos. Allí no hay aire, ni tampoco agua ni vegetación de clase alguna. La Luna, por supuesto, no es un probable paraíso, aunque debido a su baja gravedad, será una verdadera delicia caminar, saltar y revolcarse en ella. Y gracias a las fotografías tomadas por el Lunik 3, del otro lado de la Luna, ahora sabemos un poco más de lo que debemos esperar a medida que caminemos, saltemos y nos revolquemos en nuestro satélite.

       La visita a Marte ciertamente debe ser muy emocionante. Este planeta tiene un décimo de la presión atmosférica de la Tierra; hay nieve en sus polos, y se han observado nevadas en otras regiones; existe, al parecer, alguna especie de vegetación y también cierta cantidad de agua. Se mantiene una posibilidad remota de que en Marte existieron seres que alcanzaron su grado máximo de cultura hace miles de millones de años, y construyeron formidables proyectos de ingeniería. Así opinaba el famoso astrónomo norteamericano Percival Lowell. Y recientemente, un científico ruso ha sugerido que las dos pequeñas lunas marcianas son satélites artificiales que fueron colocados a11í hace tal vez varios miles de millones de años. De todos modos, por lo menos alguna forma rudimentaria de vida espera encontrarse en el planeta Marte.

       Venus últimamente ha despertado un interés que crece de día en día. Un globo enviado no hace mucho tiempo por los habitantes de la Tierra, que llevaba una combinación de telescopio y cámara, se elevó sobre casi toda nuestra atmósfera y tomó algunas fotografías de Venus que son verdaderamente extraordinarias. Las fotos, una vez analizadas detenidamente, revelaron que Venus tiene vapor de agua. Por lo tanto, tal vez haya en el referido planeta cuerpos de agua, vegetación y algunas formas de vida. No obstante, un hecho realmente desalentador es que una medición del clima, por intermedio de un estudio de las radiaciones de Venus, ha indicado que la temperatura media de éste es de más de 293 grados centígrados. Cuando recordamos que el agua hierve a 100 grados centígrados, en la Tierra, nos preguntamos cómo puede ser posible que exista alguna forma de vida en un sitio donde impera una temperatura tan elevada. No debemos olvidar, sin embargo, que el valor de 293 grados centígrados es solamente un promedio. Los valores tropicales en Venus son de una temperatura más alta, pero en las regiones polares tal vez sean lo suficientemente bajos para permitir la existencia de algunas formas de vida.

       En los otros planetas es muy probable que no exista ninguna forma de vida. Mercurio es árido y tiene una temperatura que se eleva a más de 410 grados centígrados (en el lado que da al Sol). En Mercurio no hay atmósfera. Júpiter tiene amoníaco y metano en su atmósfera. Y lo mismo sucede con Saturno. Urano, Neptuno y Plutón están demasiado distantes del Sol, y por lo tanto sus temperaturas resultan excesivamente frías para permitir cualquier forma de vida en ellos, como se sabe perfectamente.

       Pero, existen ciertos cuerpos en el espacio de los que no nos hemos ocupado durante mucho tiempo. Por ejemplo, algunas de las lunas de Júpiter y de Saturno, a pesar de sus bajas temperaturas, tal vez tengan atmósferas favorables.

       Si yo dirigiese un programa de exploración tripulada, ordenaría los viajes espaciales en la siguiente sucesión: nuestra Luna, Venus (más cerca de nosotros que Marte) , Marte, las lunas de Júpiter, y las lunas de Saturno. ¿Está usted dispuesto ya a comprar su billete?

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 26 - Mayo 1960 - Número 5


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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus