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Noticias de Detroit - Enero 1952 - Por Siler Freeman
DE LA MISMA MANERA que la investigación y la experiencia han establecido la supremacía del motor V-8 de alta compresión en las plantas de fuerza de los automóviles, las mejoras y experimentos que constantemente se llevan a cabo muestran la tendencia al predominio de la transmisión automática de tipo convertidor de torque.

Charles A. Chayne, vicepresidente encargado del cuerpo de ingenieros de la General Motors, está convencido que el convertidor de torque eliminará, con el tiempo, a la transmisión tipo Hydra-Matic de sistema planetario. Tal vez Chayne sea un poco parcial en su opinión debido al hecho de su larga asociación con la Buick, compañía en la cual sirvió como ingeniero en jefe por mucho tiempo.

Durante su estancia en la Buick, Chayne fué uno de los principales factores en el diseño y producción de la transmisión Dyna-flow que fabricq esa compañía. Sin embargo, como jefe del gigantesco cuerpo de ingenieros de la General Motors, que se ocupa en el desarrollo de diferentes dispositivos mecánicos conjuntamente con las mejoras necesarias de todas las divisiones de la compañía, Chayne no tiene más remedio que adoptar una actitud desinteresada y científica.

En el nuevo Centro Técnico de la General Motots, situado en las afueras de la ciudad de Detroit, Chayne ha establecido su cuartel general, donde trabaja intensamente. Este centro es el comienzo de lo que se inició como un proyecto de 25,000,000 de dólares, pero el cual, una vez completado, probablemente costará una tercera parte más.

En uno de los tres edificios bajo la jurisdicción de Chayne, pueden verse todos los diversos tipos de transmisiones automáticas que se usan actualmente en los automóviles. Una vez que los mecanismos han sido completamente desarmados, los técnicos estudian hasta los tornillos y resortes más diminutos, para comparar los diferentes pesos, número de partes y precios de las mismas.

Las transmisiones usadas en el Packard, Ford y Studebaker están colocadas al lado de la Dynaflow, powerglide y Hydra-Matic. La General Motors ha estudiado y comprobado cuidadosamente estos mecanismos en las muchas máquinas e instrumentos que determinan la evaluación científica de un producto.

"Todavía falta mucho para terminar nuestros estudios, manifiesta Chayne, pero existe una ligera tendencia hacia el convertidor de torque sobre los otros tipos. Como es natural, nada es posible hacer mientras persistan las restricciones actuales en la producción de troqueles y herramientas mecánicas."

Lo mismo sucede con. el programa de los motores. Los perfeccionamientos e investigaciones no han cesado, pero el progreso se ha visto detenido por los planes de la defensa nacional. El motor de 300 HP, que la General Motors diseñó para usar en el LeSabre experimental y en el Buick XP-300, se encuentra en el centro de uno de los talleres del edificio de ingeniería. Dicho motor está construido de aluminio, posiblemente uno de los metales más difíciles de conseguir en esta época de emergencia.

Cualquiera que haya sido el progreso, éste tiene muy poca significación para el automovilista, por lo menos durante cierto tiempo. Sólo aquellos motores cuyos modelos pilotos y herramientas habían sido entregados hace tiempo, se encuentran adelantados. Hasta la fecha, el número de planos aprobados es mucho mayor que los motores que podrían producirse este año o el entrante. La fabricación en serie debe esperar hasta que los talleres hayan terminado los trabajos de defensa.

La imposibilidad de obtener troqueles y herramientas se reflejará en los modelos de 1952, los cuales serán de apariencia similar a los del año anterior. Los cambios importantes han sido aplazados y los nuevos modelos exhibirán sólo nuevos diseños en la parrilla, líneas de los guardafangos y mangos de portezuelas, características que los distinguirán de sus predecesores.

Sin embargo, la mayor parte de los jefes de ventas en las compañías se muestran optimistas con los nuevos coches. La esperanza es lo último que se pierde y uno de los directores de los "Tres Grandes" declaró recientemente: "A menos que una guerra mundial lo impida, los coches de 1953 llevarán todos los adelantos que teníamos planeado para los modelos de 1952."

No obstante, en el momento actual, la producción de coches provistos con transmisiones automáticas es cada vez menor. Hasta que el problema del aluminio no se resuelva, estos mecanismos serán racionados, sobre todo en el auto de bajo precio.

El aspecto bélico de las fábricas de autos aumenta de día en día. Ya es posible observar infinidad de armas de guerra colocadas al lado de los autos y camiones en las plantas.

Nuevos edificios, levantados expresamente para la fabricación de tanques y motores de reacción, se construyen continuamente en la ciudad de Detroit. Mientras tanto; en lo que cabe, las plantas presentes se están encargando de ciertos trabajos para conservar su ejército de obreros intacto hasta el comienzo de las nuevas labores.

La escasez de autos, que se usó en principio como arma de venta., puede convertirse en una realidad antes de que pase mucho tiempo. El aumento de precios tal vez sirva para equilibrar el mercado, pero a ciencia cierta nadie sabe qué tiempo durará esta situación.

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 10 - Enero 1952 - Número 1



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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus