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Noticias de Detroit - Por Leo Donovan - Noviembre 1953
 
HASTA FINES DEL VERANO se creía que 1954 sería otro año más en que la industria automovilista presentaría sólo cambios ligeros en sus nuevas líneas de coches.

Ahora parece que los Cadillac y Oldsmobile, y posiblemente los modelos del Buick, harán su aparición con cambios de importancia.

Los talleres de troqueles y herramientas, tanto en Detroit como en otras ciudades, han estado laborando intensamente desde hace meses, a fin de tener listos los equipos para la producción en masa de los coches de 1954.

Todos los años, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, los fabricantes de autos se han venido quejando públicamente de la posibilidad de demoras en la presentación de los nuevos modelos, debido a que las herramientas necesarias para su producción no han podido terminarse a tiempo. En algunos casos dichos lamentos han sido justificados, pero la mayoría de las veces los programas de trabajo en las plantas se han completado a tiempo.

Este año no constituye una excepción. La Chrysler, que temía tener que posponer la presentación de sus coches 1954, aparentemente será la primera en aparecer en el mercado con sus nuevos automóviles.

Aun cuando la producción de coches deportivos no ha alcanzado el volumen que los fabricantes esperaban, la producción en masa del Chevrolet Corvette, del Packard Pan American, del Buick Skylark, y de los modelos del Hudson y Nash ya ha sido planeada para principios de la temporada estival del año entrante. Los informes sobre el mercado automovilista han servido para verificar que el público está dispuesto a comprar este tipo de coche y que la inversión de las fábricas producirá las utilidades adecuadas.

La General Motors tuvo tanto éxito con su Motorama anual en la ciudad de Nueva York, que en la exposición de este invierno presentará innovaciones aun más sensacionales.

Se espera que la principal atracción en dicha exposición sea un motor de turbina de gas, precursor de las plantas de fuerza de los autos deportivos del. futuro. El motor, en contraposición a la opinión que la mayoría de los ingenieros automotrices han sustentado durante los últimos 10 años, estará instalado en la parte trasera del vehículo. Lo que todavía constituye un misterio, por lo menos para el público, es cómo se han de resolver los problemas que acarrean la disipación del calor, el ruido y la economía de combustible.

Muchos son los ingenieros de renombre que opinan que el sistema de dirección motriz, de tipo de articulación, es poco más que un amortiguador mejorado. Sin embargo, dichos técnicos consideran esta unidad más eficiente que el modelo conocido como integral.

La popularidad cada día mayor de la dirección motriz será motivo para que este mecanismo vaya a formar parte del equipo de norma en todos los automóviles, antes de que pase mucho tiempo. Su precio tendrá necesariamente que bajar una vez que comience a producirse en serie. Otro competidor en el campo de bajo precio es la unidad motriz que se ofrecerá en forma de equipo para ser instalado, al principio, en coches de uso de tamaño grande, como el Cadillac, el Líncoln y el Packard. Este mecanismo, que el concesionario puede instalar en su taller, será lo suficientemente económico para determinar una reducción del precio de la unidad instalada de fabrica.

El problema de los coches de uso constituye todavía la principal causa de preocupación de la industria automovilista. La baja de precios, a mediados del verano, sorprendió a muchos vendedores de autos usados con inventarios imposibles de disponer, a menos que se experimentaran perdidas considerables.

Los más preocupados con el problema anterior son los fabricantes menores, debido a que el valor de sus modelos de uso, entregados en cambio, bajó mucho más que el de los Tres Grandes. En realidad, esa gran parte del público automovilista que se dedica a la compra de coches de uso tuvo este año una oportunidad excepcional para conseguir buena mercancía a precios de ganga. Desde el año 1941, no se han ofrecido tantos coches usados en tan buen estado ya precio tan bajo como en estos tiempos.

Aun el coche de uso equipado por completo, hasta con dirección motriz instalada por el concesionario, será muy difícil de vender si los fabricantes reducen el precio de los nuevos modelos al eliminar ciertos extras.

Los concesionarios opinan que los compradores pueden adquirir los autos nuevos sin luces de retroceso, señales direccionales (excepto en estados donde son obligatorias), costosos radios, protectores de defensas, etc., pero que más tarde instalarán todas estas partes en sus coches, especialmente si se han acostumbrado a ellas en sus modelos anteriores.

Hace años se dijo que Henry Ford II acostumbraba a recorrer la línea de montaje de su planta de Rouge, después que los obreros habían abandonado sus labores en la tarde. Ford se dedicaba a tirar las puertas de los coches, marcando las correcciones necesarias en aquéllas que sonaban a "lata".

Los ingenieros asistentes a la reunión de la SIA este verano llegaron a la conclusión de que la práctica de Henry Ford era harto saludable. El público aparentemente detesta el sonido a lata, el cual puede eliminarse mediante una ligera aplicación de amortiguador de ruido. Esto le imparte a la puerta un sonido sólido que convence al comprador de que el coche está bien fabricado.

Fuente: Revista Mecánica Popular - Volumen 13 - Noviembre 1953 - Número 5



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Idea original de Mi Mecánica Popular por: Ricardo Cabrera Oettinghaus